Si te has preguntado cómo puedes aprender a hablar inglés de la mejor forma, un curso intensivo de inglés es la mejor opción para ti. La estructura educativa y la metodología de estos cursos están diseñados para que logres un dominio integral del idioma. Siendo un sistema ideal para el momento en que tengas un viaje o una evaluación sobre el tema.
¿Qué es un curso intensivo de inglés?
Los cursos intensivos de inglés son un método de aprendizaje donde se acelera la cantidad de clases o temas en un plazo más corto que en las formas tradicionales. Existen diferentes métodos de cursos intensivos, pues algunos duran días, otras semanas e incluso pueden llevar hasta un mes.
Un ejemplo claro de esta clase de cursos son aquellos que se realizan en verano o durante la temporada de vacaciones para aprovechar el tiempo e iniciar o avanzar con el conocimiento del idioma.
Ventajas de realizar un curso intensivo de inglés
Este tipo de cursos ofrecen una gran serie de ventajas que cumplen con metas a corto, medio y largo plazo. En el caso de los estudiantes estos cursos tienen las siguientes ventajas:
1. Existen programas para todos los niveles
Existen toda clase de estilos de cursos intensivos que se adaptan a los conocimientos previos que tenga el estudiante (básico, medio o avanzado). De igual forma, un curso intensivo de inglés puede adaptarse a la cantidad de horas que tengas al día.
2. Motivan al estudiante para mantenerse al día
Realizar un curso intensivo de inglés no siempre se trata de aprender desde 0 un idioma en tiempo récord. Muchas veces se usa para aquellas personas que les gusta o quieren mantenerse actualizados en el idioma, para no perder los conocimientos que poseen.
3. Obtienes resultados en corto plazo
Una de las características que más llaman la atención entre los estudiantes que realizan estos cursos es que pueden visualizar resultados de aprendizajes en poco tiempo. Mientras que en otros cursos puede llevar meses o incluso años obtenerlos.
4. Se usa el tiempo de forma diferente
En estos cursos intensivos aprenderás las mismas habilidades que en un curso tradicional, pero en vez de ver clases una o dos veces a la semana, puedes verlas 4 o 5 días a la semana en clases más cortas.
5. Motivan al estudiante a cumplir muchas metas
Una ventaja de este tipo de cursos, es que plantean objetivos a corto plazo y establece métodos de evaluación para reconocer los avances que se han obtenido. Esto indica que cada semana o cada mes, puede haber una evaluación o examen para comprobar si se lograron los objetivos.
6. Enseñan lo más importante
Mientras que un curso tradicional busca enseñar lo básico del idioma pero también ofrece detalles o partes del lenguaje que no son tan comunes pero necesarios para desarrollarse mejor, un curso intensivo de inglés se dedica a enseñar únicamente lo puntual, necesario y básico para poder hablar, escribir y entender el idioma.
7. Ofrecen certificaciones oficiales
Muchas personas dudan de realizar un curso intensivo de inglés porque piensan que no le ofrecerán un certificado oficial o que sea válido de forma institucional. Sin embargo, esto no es así pues existen academias o instituciones reales que ofrecen sus cursos intensivos con toda la garantía de que será válido incluso internacionalmente.
¿Para qué tipos de personas es ideal este tipo de cursos?
Los cursos intensivos de inglés no están diseñados para todo tipo de estudiantes, pues el nivel de exigencia es alto y se requiere un buen nivel de comprensión del idioma. Además de una constante motivación y proactividad. El perfil del estudiante ideal para realizar este curso es:
- Todo aquel que quiera avanzar rápidamente en el dominio del idioma.
- Estudiantes que necesiten aprobar un examen académico.
- Estudiantes que requieran de un certificado en inglés para acceder a la universidad.
- Profesionales que requieran de un certificado para aprobar una oferta laboral.
- Empresas que busquen capacitar a sus empleados sin interrumpir su horario laboral.
Esto implica que la facilidad o complejidad del curso va a depender de la capacidad de comprensión del estudiante y del esfuerzo que aplique para aprender las reglas gramaticales o la pronunciación, entre otros.